Ante el aumento de los precios de los alimentos, Mamdani quiere supermercados públicos en Nueva York

Cuando Zohran Mamdani obtuvo una victoria sorprendente pero decisiva en las primarias demócratas a la alcaldía de Nueva York el mes pasado, lo hizo impulsado por una plataforma centrada en hacer que la ciudad más grande del país sea más asequible para la clase trabajadora. Entre sus propuestas políticas para lograr esta visión —que incluyen guarderías gratuitas y la congelación de alquileres para inquilinos— se encuentra la creación de una red de supermercados municipales enfocados en mantener bajos los precios de los alimentos en lugar de en obtener ganancias.

“Sin tener que pagar alquiler ni impuestos prediales, reducirán los gastos generales y trasladarán el ahorro a los compradores”, afirmó Mamdani en su sitio web. “Comprarán y venderán a precios mayoristas, centralizarán el almacenamiento y la distribución, y se asociarán con los barrios locales para la compra de productos y el abastecimiento”.

La propuesta parece tener eco. Dos tercios de los neoyorquinos encuestados apoyaron la creación de supermercados municipales, según un informe de abril de 2025 publicado por el Climate & Community Institute y Data for Progress. Otro 85 % afirmó pagar más por los comestibles este año que el anterior, y el 91 % expresó su preocupación por el impacto de la inflación en el precio de los alimentos. (Si bien la inflación es un factor que contribuye al impacto negativo en la caja registradora, las ganancias de las empresas alimentarias estadounidenses se han disparado, ya que han seguido subiendo los precios a un ritmo superior al de la inflación y los aumentos salariales).

“De 2020 a 2024, el índice de precios al consumidor de alimentos aumentó un 23,6%, por lo que ya sabemos que las familias de clase trabajadora gastan un porcentaje mucho mayor de sus ingresos mensuales en alimentos que las familias de clase media y alta”, afirmó Justin Myers, profesor asociado de la Universidad Estatal de California en Fresno, cuyas investigaciones anteriores han analizado los supermercados públicos. Además, añadió, “el costo promedio de los comestibles en la ciudad de Nueva York es un 18% más alto que el promedio nacional”.

Pero ¿podrían los supermercados municipales realmente reducir el precio de los alimentos? Según muchos expertos, la idea no es tan descabellada como parece.

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