Washington, D.C. – En un entorno político intensamente competitivo y con un gasto electoral histórico de más de 10 mil millones de dólares, ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos se preparan para una reñida batalla en las elecciones de 2024. Las implicaciones económicas y legislativas son enormes, pues el resultado decidirá sobre reformas fiscales, precios de medicamentos y políticas de tecnología emergente, con el próximo presidente necesitando el respaldo del Congreso para implementar su agenda.
Billones en Juego con la Expiración de la Ley Tributaria de 2017
El control del Congreso no solo establece el equilibrio de poder entre republicanos y demócratas, sino que también tendrá un impacto directo sobre la economía nacional. La expiración de la ley tributaria de 2017 pone en riesgo billones de dólares en disposiciones fiscales, mientras el Senado se posiciona para aprobar o bloquear nombramientos cruciales para la regulación financiera. Las disputas en torno a los impuestos y el gasto público se intensifican, con el resultado de las elecciones aún incierto hasta días después del 5 de noviembre.
Contiendas Clave en el Senado
En el Senado, los demócratas dependen en gran medida de una victoria en Montana, donde el veterano senador Jon Tester enfrenta una difícil reelección contra el republicano Tim Sheehy. Esta contienda, en la que se espera un gasto publicitario de 250 dólares por habitante, será decisiva para mantener el equilibrio en la cámara alta.
Mientras tanto, en Ohio, el demócrata Sherrod Brown compite por mantener su escaño en una contienda millonaria contra el republicano Bernie Moreno. A pesar del fuerte apoyo a Brown entre los votantes de clase trabajadora, el respaldo a Donald Trump en Ohio podría inclinar la balanza en favor de Moreno, recordando la victoria de J.D. Vance en 2022 tras un repunte tardío.
En la Cámara de Representantes, los demócratas buscan recuperar escaños en estados favorables como Nueva York y California, además de distritos clave en Nebraska, Iowa y Arizona. Los demócratas necesitan una ganancia neta de cuatro escaños para colocar a Hakeem Jeffries en la presidencia de la Cámara, con importantes implicaciones para el presupuesto federal y las investigaciones legislativas.
Los republicanos, por su parte, intentan capitalizar temas como la inflación y la inmigración para consolidar su control, especialmente en distritos de Michigan, Nuevo México y Pensilvania. En Virginia, el distrito vacante de la demócrata Abigail Spanberger representa una oportunidad clave para los republicanos, mientras los demócratas aspiran a derrocar a la titular republicana Jen Kiggans en el área costera del estado.
Luisiana y Alabama, donde se han rediseñado distritos de mayoría negra, podrían aportar nuevos escaños demócratas, una estrategia que el partido espera aprovechar para equilibrar el poder en la Cámara.
Con 22 escaños en disputa y 208 inclinados a favor de los republicanos frente a 205 para los demócratas, la noche del 5 de noviembre promete ser crucial para definir no solo el control del Congreso, sino también el rumbo de la política y economía de Estados Unidos en los próximos años.
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