El gobierno de Estados Unidos anunció este martes la reincorporación de Cuba al listado de países que “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, determinó y certificó que en 2024, “el régimen cubano no cooperó plenamente con Estados Unidos en materia antiterrorista”, y, en consecuencia, debía ser certificado como “país que no coopera plenamente” (NFCC), según la Sección 40A de la Ley de Control de la Exportación de Armas, señaló el comunicado del Departamento de Estado.
“Hay al menos 11 fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba, incluidos varios que enfrentan cargos relacionados con el terrorismo, y el régimen cubano dejó claro que no estaba dispuesto a negociar su regreso para que comparecieran ante la justicia en nuestro país”, indicó el texto.
Añadió que “la negativa del régimen cubano a abordar este importante asunto, así como otras circunstancias recientes de falta de cooperación en asuntos de aplicación de la ley relacionados con el terrorismo, hicieron inútiles los esfuerzos de cooperación en materia antiterrorista en 2024”.
El Departamento de Estado especificó que, además de Cuba, otros cuatro países, que son Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela, continúan sin cumplir con la cooperación.
Esta certificación anual del secretario de Estado ante el Congreso de una lista de “países que no cooperan plenamente” en los esfuerzos antiterroristas implica la prohibición de la venta o la concesión de licencias para la exportación de artículos y servicios de defensa a Cuba y a las otras cuatro naciones.
La lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas se gestiona de forma independiente a la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.
No obstante, la reinclusión confirma la ruptura directa de la Administración Trump con su antecesora, que había optado por cierta distensión con La Habana, sobre todo durante su último año. Además, lanza un mensaje claro a aliados y organismos multilaterales de que Washington no está dispuesto a flexibilizar su postura hacia el régimen cubano.
“La certificación de hoy de que Cuba no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos es una prueba más de que la Administración Trump no ignorará a los países que brindan refugio a fugitivos estadounidenses”, declaró un alto funcionario del Departamento de Estado al diario The Miami Herald.
La devolución de fugitivos de la justicia estadounidense en Cuba ha sido durante décadas un punto de fricción en las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
A inicios de mayo, el secretario de Estado Rubio pidió la extradición de Joanne Chesimard, también conocida como Assata Shakur, una fugitiva condenada por el asesinato de un policía estatal de New Jersey en 1973 y que se encuentra refugiada en Cuba desde hace cuatro décadas.
El gobierno cubano ha rechazado la inclusión y la califica como una arremetida imperialista. Ha insistido en que estas decisiones se basan en mentiras y acusa a Estados Unidos de ser el agresor. Además, culpa a las sanciones de los problemas económicos y sociales en la isla.
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