Han pasado casi dos meses y la guerra de Ucrania ha copado las noticias en Estados Unidos. Donald Trump, fiel a su estilo político, ha lanzado mensajes contradictorios respecto al conflicto. En los preámbulos de la invasión rusa, dijo que la estrategia de Vladimir Putin le parecía “una genialidad”. De ahí, pasó a decir que, si él hubiera estado en la Casa Blanca, Rusia no habría atacado a su vecino del sur.
Los votantes están de acuerdo con esa idea. Un sondeo de la Universidad de Harvard, mostraba que el 62% de los estadounidenses piensan que Putin no habría atacado a Ucrania si Trump fuera presidente. El 7 de marzo, el 40% de los estadounidenses culpaban a Biden de la invasión, frente al 26% que atribuían esa responsabilidad a Trump.
Esas cifras cuestionan de plano lo que muchos analistas y expertos de Washington consideran un hecho irrefutable: la guerra es el final de Donald Trump. Según planteado, la admiración del ex presidente por Vladimir Putin, su decisión en 2019 de suspender la ayuda militar a Ucrania durante 56 días para obligar al Gobierno de ese país a que le ayudara en la campaña electoral, y la atención dada en las noticias a políticos demócratas y republicanos que no desprecian las alianzas internacionales de EEUU debería ser suficiente para quitar el apoyo popular al ex presidente.
Una vez más, los expertos se han equivocado con Trump. Por un lado, muchos seguidores del ex presidente siguen la línea de pensamiento de la ‘estrella’ de la cadena televisión Fox News o la congresista Marjorie Taylor Greene, que han mantenido una posición ambivalente en la guerra, incluyendo conceder credibilidad a la propaganda rusa sobre los laboratorios de armas biológicas en Ucrania.
Por otro, está la respuesta de Biden a la guerra. El 56% de los estadounidenses creen que la reacción de Washington a la invasión rusa “no ha sido lo suficientemente fuerte”, según una encuesta de la Universidad de Chicago y la agencia de noticias Associated Press. El repunte en popularidad de Biden tras la invasión se ha esfumado, a medida que la subida de los precios sigue devorando la capacidad de compra de las familias estadounidenses.
Y Trump ha vuelto hacer revuelta en los titulares. El ex presidente sigue dando de que hablar y en una muestra de que la guerra de Ucrania no le afecta, ha pedido a Vladimir Putin que dé información acerca de la familia de Joe Biden acerca de un supuesto escándalo del hijo del presidente, Hunter, que se ha inventado. Sus declaraciones han provocado una enorme controversia. ¿Qué clase de estadounidense, y menos aún un ex presidente, cree que éste es un buen momento para confabularse con Vladimir Putin?.
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