A pesar de la guerra que la Gran Manzana le ha declarado al acoso callejero y diferentes campañas educativas promovidas para enseñar que piropos, comentarios ofensivos, frases con mensajes sexuales o coquetos y en general gestos o conductas no solicitadas son actos de acoso callejero, a diario en los cinco condados, neoyorquinos sufren ese tipo de comportamientos.
“Uno no puede caminar sin que lo miren a uno y creo que se trata de una cuestión de respeto. La gente, y en especial los latinos, tienen que entender que no está bien andar diciéndole cosas a mujeres que no conocen. Eso es acoso y es machismo”. Así lo afirma la colombiana Marla Morales, que admite estar “cansada” de escuchar con frecuencia palabras y frases que le repugnan y de que los hombres le den miradas “morbosas” en espacios públicos como estaciones de metro, aceras y otros espacios.
Además, para comprender mejor los efectos que tiene el acoso callejero en la ciudad de Nueva York, la Oficina del Alcalde para Acabar con la Violencia Doméstica y de Género y la Comisión sobre Equidad de Género de la Ciudad de Nueva York lanzaron una encuesta en línea y organizaron varios días. de acción para este miércoles 27 de septiembre en todos los condados.
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