La emblemática “ciudad que nunca duerme” está implementando una nueva estrategia para asegurar la seguridad en la vida nocturna después de varios meses de restricciones pandémicas. La iniciativa, denominada “Coordinación Unida con Establecimientos” (CURE), busca garantizar tanto la diversión de los noctámbulos como el bienestar de los residentes de vecindarios con locales de entretenimiento.
Lanzada por el gobierno municipal a finales de diciembre pasado, la estrategia implica que los distintos vecindarios establezcan una comunicación directa y en persona con los propietarios y gerentes de negocios nocturnos. La Oficina de Vida Nocturna de la ciudad de Nueva York (ONL) respalda este enfoque, actuando como mediador entre los establecimientos y las comunidades locales.
El objetivo principal es abordar preocupaciones como el ruido excesivo, el comportamiento disruptivo y otros problemas asociados con la vida nocturna. Esta colaboración directa busca fomentar un ambiente seguro y agradable para todos, mitigando posibles conflictos y mejorando la coexistencia entre los negocios nocturnos y los residentes de la ciudad.
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