Cuando los médicos se reciben como profesionales de la salud, el llamado “Juramento hipocrático”, se vuelve su principio regidor. Y aunque la mayoría de los doctores cumple a cabalidad su compromiso, que cuenta con promesas como “ir por el beneficio de los enfermos, absteniéndose de todo error voluntario y corrupción”, “velar ante todo por la salud y el bienestar de los pacientes, respetar su autonomía y dignidad (…) y ejercer la profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica”.
En Nueva York cada vez salen a la luz más casos de galenos, que contrario a su obligación de no emplear sus conocimientos para violar derechos humanos, terminan sometiendo a pacientes a procedimientos médicos invasivos innecesarios.
Para ellos, el mensaje es claro “Nueva York no tolerará esas conductas”, y el llamado a pacientes afectados es que denuncien ese tipo de malas prácticas médicas movidas solamente con fines económicos.
“El Departamento de Salud del Estado de Nueva York toma en serio los casos de posible mala conducta médica y toma medidas cuando corresponde para proteger la salud y la seguridad de los pacientes”, aseguró Erin Clary, vocera del NYSDOH, quien no reveló más detalles sobre los casos que han sido denunciados hasta ahora, ya que la Ley de Salud Pública prohíbe al Departamento de Salud discutir o proporcionar detalles o registros relacionados con una investigación, queja o enjuiciamiento, más allá de lo que se publica en el sitio web público.
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