Las farmacéuticas que comercialicen sus medicamentos en Nueva York no podrán seguir subiendo los costos de sus productos sin ningún control, pues a partir de ahora los fabricantes de determinadas medicinas recetadas tendrán freno, ya que deberán notificar al Departamento de Servicios Financieros sobre cualquier propuesta de incremento en precios que pretendan hacer.
Está incluido en la Ley de Transparencia de Precios de Medicamentos, que fue aprobada por la Legislatura en junio y anunciada esta semana por la gobernadora Cathy Hochul. El gobernador firmó la nueva norma después de meses de presión para permitir que las compañías farmacéuticas que pretendan hacer incrementos por encima del 16% en medicinas, que expliquen y sustenten públicamente por qué están subiendo los precios.
La ley no solo meterá en cintura a los fabricantes de medicinas recetadas, sino que incluso pretende reducir el precio de los medicamentos y hacer más segura la administración de esos productos, acabando con alzas indiscriminadas.
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